
Conoce las diferentes entidades enfocadas en el bienestar de los pacientes con ictus. A continuación, puedes informarte de los diferentes servicios que ofrece cada una:
AFADACER es una asociación de familias de daño cerebral adquirido. A partir de la iniciativa social de un grupo de familiares de personas afectadas y profesionales sensibilizados con la causa. Dan servicios y recursos a personas dependientes, especializándose en aquellas con daño cerebral adquirido.
Neuron es la Cooperativa formada por un grupo de profesionales del sector de la dependencia que aporta sus años de experiencia para ayudar, dirigir y gestionar intentando maximizar los recursos con los que cuentan. Cubriendo así las diferentes necesidades de sus usuarios.
Cuentan con los servicios de: Neuropsicología, psicología, logopedia, terapia ocupacional, fisioterapia, etc.
La Asociación Ictus de Aragón trabaja dando apoyo emocional, rehabilitación de los afectados y ayuda a aquellas personas que el ictus ha partido su vida.
Se centran en la prevención y rehabilitación e intervienen cuando el afectado ha recibido el alta. Su misión es agrupar, informar, reivindicar, asesorar y rehabilitar a pacientes de ictus y a sus familias, además de participar en todo el proceso del ictus mostrando apoyo al equipo asistencial y también, ser centro formador para los profesionales.
El objetivo de AIDA es que familiares y socios sean actores en la recuperación y rehabilitación.
Cuentan con el siguiente equipo de profesionales: Médico rehabilitador, Neuropsicología, Psicología, Terapia Ocupacional, Fisioterapia, Logopedia, Trabajo Social.
La Asociación de Anticoagulados de Aragón trabaja en beneficio de los pacientes en Tratamiento con Anticoagulantes Orales (TAO).
Promueve y desarrolla acciones encaminadas a proporcionar a este colectivo de pacientes una asistencia sanitaria de calidad y acorde a sus necesidades.
Representa a todos los miembros de la asociación y cuenta con un servicio de información, orientación y apoyo para pacientes y familiares.
Tiene como objetivos generales conseguir una mejora en la calidad de vida del paciente anticoagulado, favoreciendo la información y la formación sobre su tratamiento y potenciando su responsabilidad y autonomía, implicándolo y convirtiéndolo así en parte activa de su proceso.